Salamandra común (Salamandra salamandra) |
Propiciado por estas abundantes lluvias que estamos recibiendo, no es raro encontrar, paseando por la sierra de Córdoba al atardecer, a este urodelo. Es un autentico bioindicador, ya que solo se encuentra en aguas limpias y oxigenadas.
Pueden alcanzar los 20 cm de longitud, la cola es más de 1/3 de la longitud total. El cuerpo es de aspecto robusto, con extremidades cortas y fuertes, las anteriores con cuatro dedos y las posteriores con cinco. La piel es lisa, de aspecto brillante y con abundantes glándulas, destacando las parótidas y las situadas por pares a ambos lados de la línea dorsal.
La coloración general es negra, con manchas amarillas y rojizas irregulares. El vientre es de coloración más tenue, con pequeñas pintas amarillas y negras. La forma, tamaño y distribución de las manchas amarillas varía según los individuos y las subespecies.
Su habitat son zonas boscosas húmedas de áreas montañosas, a menudo cerca del agua. Las larvas se tienen que desarrollar en aguas limpias, de fuentes y arroyos de corrientes lentas. Aparecen en la provincia de Córdoba desde los 400 m en Sierra morena hasta los 1300 de altitud en la Subbética.
Es una especia de hábitos crepusculares y nocturnos. Durante el día se refugia bajo troncos o piedras donde puede excavar pequeñas galerías. En los días lluviosos y durante la época de reproducción puede mostrar cierta actividad nocturna. Pese a que suele vivir cerca del agua, y depende de ésta para la reproducción, es una especie netamente terrestre. El sonido que emite, sobre todo en época reproductiva, son unos pocos quejidos simples, por lo demás es un animal silenciosos. La reproducción incluye característicos cortejo cuyo objeto principal es la emisión de un espermatóforo por parte del macho que es recogido por la hembra, introduciéndolo en su cloaca. La fecundación es por tanto interna, al contrario que el resto de los anfibios que suele ser externa. Los huevos desarrollan y eclosionan en el interior de la madre, que deposita larvas en el agua, introduciendo unicamente la mitad posterior de su cuerpo. El número de renacuajos por puesta suele ser entre 12 y 40. Tanto el adulto como la larva son activos carnívoros. No sufren metamorfosis, solo cambios de muda periódicas para el crecimiento.
El período de actividad suele coincidir con la época de lluvia en nuestra provincia, es decir de noviembre a abril.